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METAMORFOSIS BLOGUERA
Los rollos entre Parménides y Heráclito: todo cambia o permanece estático. Escribiré más asiduamente en mi otra página Animal Político, dejando este espacio para reflexiones más meditadas, de modo tal que sin no ves post con frecuencia acá ello no significa que la página esté abandonada o algo parecido: se trata del factor tiempo . Lo cierto del asunto es que a diario soy estoy en Animal político, espacio más "rápido". Si tengo algún lector por ahí, le agradezco su comprensión.
¿Qué te parece el asunto de la Iglesia Católica en Venezuela?
miércoles, noviembre 08, 2006
Alucinación escuálida 1: La horca de Hussein
La condena a muerte de Hussein tiene a los escualidos locos de enfermiza alegría. No quieren ni esperar el momento para asistir a la Plaza de los Ajusticiamientos y observar como convulsiona en medio de los espectaculares estertores. Agotaron las estradas, y en este momento seguramente preparan alusivas pancartas color negro con sangrientas inscripciones como estas: "¡Muerte al tirano!", "¿Dónde está tu pueblo, que no te salva?" "La justicia llega, aunque tarde" "¡Ni un paso atrás!"
Cuando leo las últimas palabras, no me puedo contener y le digo a la señora que se afana en diseñar las letras:
-Señora, pero...
Ella levanta un rostro transido de amor de patria, protegido contra el sol por una pañoleta con estampas blancas de un caballo y siete estrellas.
-¡Pero señora, si a quien van a ejecutar es a Hussein, no al presidente Chávez!
-¿Cómo? ¿Estás loco? -me espetó con cara de presidente de canal golpista- ¿Dónde tienes los pies puestos, criatura?
Al ver aquella mirada inyectada de loca adrenalina, chisporroteante de convencida realidad, continué mi paso tranquilo, pues no soy amigo de reyertas dialécticas en la calle. Mientras andaba, leí bien la noticia y me cercioré de lo que ahí se anunciaba. Respiré hondo, pero por un momento me sentí conmovido respecto de mi lucidez y lo primero que hice fue darle una patada a cualquier cosa del camino para sentir el dolor de andar vivo en un país abrumado de recogelatas mentales.
Cuando leo las últimas palabras, no me puedo contener y le digo a la señora que se afana en diseñar las letras:
-Señora, pero...
Ella levanta un rostro transido de amor de patria, protegido contra el sol por una pañoleta con estampas blancas de un caballo y siete estrellas.
-¡Pero señora, si a quien van a ejecutar es a Hussein, no al presidente Chávez!
-¿Cómo? ¿Estás loco? -me espetó con cara de presidente de canal golpista- ¿Dónde tienes los pies puestos, criatura?
Al ver aquella mirada inyectada de loca adrenalina, chisporroteante de convencida realidad, continué mi paso tranquilo, pues no soy amigo de reyertas dialécticas en la calle. Mientras andaba, leí bien la noticia y me cercioré de lo que ahí se anunciaba. Respiré hondo, pero por un momento me sentí conmovido respecto de mi lucidez y lo primero que hice fue darle una patada a cualquier cosa del camino para sentir el dolor de andar vivo en un país abrumado de recogelatas mentales.
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