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METAMORFOSIS BLOGUERA

Los rollos entre Parménides y Heráclito: todo cambia o permanece estático. Escribiré más asiduamente en mi otra página Animal Político, dejando este espacio para reflexiones más meditadas, de modo tal que sin no ves post con frecuencia acá ello no significa que la página esté abandonada o algo parecido: se trata del factor tiempo . Lo cierto del asunto es que a diario soy estoy en Animal político, espacio más "rápido". Si tengo algún lector por ahí, le agradezco su comprensión.

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lunes, noviembre 27, 2006

El Q.E.P.D. de la oposición venezolana

Cuando somos testigos del hundimiento de un sistema de cosas por lo general nos referimos a ello en términos de descomposición, aludiendo a la fase de putrefacción por la que atraviesa la materia orgánica antes de desaparecer y tornar al polvo originario. Hace una años la expresión habría sido completamente lapidaria, pero hoy día la genética llena los espíritus de esperanza vitalista, y cada quien sueña en su fuero interno con vivir eternamente, sea en el cielo o en la tierra, de modo espiritual en el primer caso, y corporal, en el segundo.
Pero hay situaciones, sistemas, cuerpos vivientes, épocas y tantas otras figuras que por predestinación están condenadas a la desaparición completa,diríamos tajantemente, si no fuera por el recuerdo, que lamentablemente salva de la nada hasta hechos abominables en la historia del hombre.
En Venezuela el sistema político que imperó hasta 1998, con toda su parafernalia entreguista, mercantilista, ego y etnocentrista (racista), genuflexa hasta el lugar de las heces ante los señoríos extranjeros, bribona, sátrapa, tiránica, retrógradamente colonialista y explotadora; parece condenado a la extinción apresurada, sin nada en el panorama que se apreste a salvarlo, ni siquiera con máquinas del tiempo ni con tomas de muestras genéticas.
Muestra flagrante de ello es la decadente oposición que hace vida aún en Venezuela, increíble recuerdo del pasado que chapotea con toda la vitalidad de que dispone, aferrándose a cualquier madero o basura que flote a su lado para evitar hundirse de una vez por todas hasta el fondo del olvido. (Hasta un evento circunstancial como Bush se le fue pa'l carajo al quedar en una situación de minusvalía después de las recientes elecciones en su imperio).
Usufructuaron del erario público hasta donde se los permitió la nobleza del pueblo, robando descaradamente durante años, mancillando el concepto de patria e instalando fábricas de pobreza por doquier como legado de sus funciones públicas; operaron sin ninguna vergüenza verdaderos milagros de transformación monetarista -vanagloríandose de ello deportivamente-, y así lo certifican los ejemplos de innumerables gritones de calle o ratas de biblioteca que al asumir el ejercicio de la función publica vieron incrementarse sus ingresos de un sueldo mínimo a una situación inmoral, inaceptable, desbordante de lujos, con hijos estudiando en universidades europeas o norteamericanas y todo, y hasta con parientes becados para que vivan la dolce vita de la bohemia. .
Mientras tanto, la mayoría de los venezolanos (sus fuentes de ingresos), moría de la inanición secuela de la cultura del abandono que ellos, los amos del valle, implementaron como modelo de vida. Cuando la gente de a pie los miraba pasear en el Mercedez Benz o la blazer, meneaba la cabeza de un lado a otro, sin poder comprender por qué un país mina rica como Venezuela no se daba a basto para todos.
Ahora, cuando el pueblo despierta y la historia les echa un baño de agua fría, aspiran de modo inmoral que se les perdone el desliz, el abominable olvido, como si fuera el simple acto de un vigilante que se duerme en la noche y en la mañana descubre que han robado en su área de trabajo. A cuenta de ser bonitos, de tener la piel inmaculada por los cosméticos comprados con el dinero del pueblo y oler a Channel, aspiran a que el pueblo olvide y perdone, como una mujer enamorada.
¡No hay vuelta atrás, amigos del pasado! ¡No enamoraron a Venezuela! Perdieron la oportunidad de prodigarle el divino amor, inmortalizador, aquel que nace del gesto de compatir riquezas, pobreza y sentimientos; por el contrario, la trataron como a prostituta, obteniendo el placer de la riqueza a cambio de dos o tres palabras mentirosas de cariño.
¿Pero por qué aún andan por ahí, tremolando banderas podridas del pasado? Esta revolución tiene un carácter pacífico, como bien se corresponde con una era de respeto a los derechos humanos. Así lo ha proclamado el Presidente de la República, Hugo Chávez Frías. De otro, ya habrían sido barridos, por no decir más, si consideramos que revolución, fuera de su acepción bolivarina, es sinónimo de fuerza desalojante y abatidora hasta manchar del color rojo la superficie de la tierra. Muy difícilmente se encontrará una referencia histórica de cambio de poder de un sistema político a otro sin derramamiento de la sangre. Como emblema de lo dicho, piénsese en los terratenientes Romanov, de Rusia.
A la oposición les pasó como a aquellos tristes personajes de una novela de H.G. Wells, La máquina del tiempo, quienes acostumbrados a la explotación de la clase obrera, se reservaron la superficie de la tierra y la luz del sol para ellos y relegaron a la clase trabajadora al mundo subterráneo de la oscuridad. Con el paso de los milenios, sumidos en la comodidad o buena vida, mutaron, perdiendo habilidades y capacidades, en especial el conocimiento y la técnica necesarios para preservar sus propias vidas. Los obreros, por su parte, aunque seres de oscuridad, se hicieron dueños del conocimiento científico y, desde las entrañas de la tierra, se encontraron con que tenían en sus manos a los de arriba. ¡De terror! Ante la escasez de alimentos, los criaron en los corrales de la superficie terrestre como a manadas, suministrándoles desechos como alimentos y oxígeno desde máquinas, para finalmente cazarlos y devorarlos en las oscuras noches de una civilización futurista.
¿Quién de ellos mismos, preocupados por su pervivencia política, se ocupará siquiera de tomarle muestras genéticas a cualquiera de sus líderes, para enjundiosamente clonarlo y demorar un poco más su desaparición física? ¿Quién, si lo que impera en sus filas en una descomposición generalizada, no teniéndose fuerzas ni ideas para la reorganización democrática, sino golpista? No poseen sistema, y andan desgaritados como hormigas ante un pesticida; no poseen unidad y entre ellos mismos se desprecian, acusándose unos contra otros de su fracaso como familia política. Es triste.
Para una muestra un botón.
Basta con comentar un poco el cierre de campaña del candidato opositor en el Cerro el Gallo, San Félix, Ciudad Guayana, el día domingo 26 de noviembre. Fue un desastre. En las alturas de la tarima, el abanderado opositor quiso pasear ante la vista de la concentración a "notables" dirigentes locales. Aquello se vino abajo por causa de las pitas y burlas.
¿Resultado, síntesis, conclusión, resumen, epílogo?
No se encuentran entre ellos mismos, como hormiguitas que perdieron su cueva: Venezuela.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Amigo eso que usted ve yo no lo veo en ningun sitio, la oposicion Venezolana se engrandece cada dia mas, y lo mejor es que no le debemos nada a ninguna mision, ni vamos a ningun sitio, somos gente como tu peor que piensa distinto, gente que como tu queremos lo mejor para nuestra patria, estamos unidos y tenemos un solo objetivo, salir del tirano de miraflores....

Oscar J. Camero dijo...

Pienso, amigo, que usted (para no decir ustedes) no ve la realidad, y más allá de no verla, usted lo que hace es sentir pérdida, un gran sentimiento de pérdida de país que en verdad es demoledor. Oposición en duelo nacional, digamos.
No me extraña que considere que la oposición crece desmesuradamente, como usted dice, pero pregúntese si no está incurriendo en el defecto visual-fanático corriente de, por ejemplo, ver las concentraciones de Chávez como de tres pelagatos y las de la oposición como multimillonarias. Eso me consterna, que hayan personas que miran elefantes como a hormigas y viceversa.
Respeto sus palabras, sobremanera cuando dice esas tan hermosas "queremos los mejor para nuestra patria"; pero veo que inmediatamente usted le resta belleza cuando se deja llevar nuevamente por la irracionalidad: ¿Por qué salir de ese "tirano", como usted le llama? ¿Acaso no es un funcionario legítimo elegido por la mayoría de los habitantes del país?
Merece respeto, así como usted mismo.
Dígame que lo va a sacar con el voto, con las masas, llevado por un ánimo democrático; pero no así como usted sugiere, como si el hombre en verdad fuera un "tirano".
A los tiranos se les derroca, y no es el caso del presidente Chávez.
Saludos

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